domingo, 25 de abril de 2010

Good bye, Courtney

Courtney Mathewson nos deja después de una temporada en el CABLESCOM EWZ. Nuestro colaborador de Prensa, Juan Pablo, mantuvo la siguiente conversación con ella donde hace un repaso de su estancia entre nosotros.

¿Qué balance hace de su año en el Cablescom?

Ha sido una experiencia muy buena. Realmente no sabía qué esperar de esta temporada cuando vine a Zaragoza. Los primeros dos meses pasaron un poco lentos porque entrenábamos mucho pero sólo jugamos unos pocos partidos. Luego con el paso del tiempo y el inicio de la competición, fui mejorando y jugando mejor. Además me sentía mucho mejor en los entrenamientos y con las compañeras. Ha sido una buena experiencia para mí.

Ha merecido la pena, vamos.

Esta temporada ha cumplido mis expectativas porque como digo no sabía qué esperar de este año. He sido muy feliz.

¿Sintió dudas o miedo al venir al Cablescom?

No lo llamaría miedo, pero sí que es cierto que era como adentrarse en algo desconocido porque no tenía ninguna referencia de España, era la primera vez que venía. Tuve la suerte de adaptarme rápido y al final el año se me pasó casi sin enterarme.

¿Cómo ha sido su relación con el equipo, las compañeras…?

Durante todo el año tuvimos una relación muy agradable. Viví con Paula Bugallo y eso me ayudó mucho. También me ayudaron el resto de las chicas, todas eran muy agradables y me acogieron muy bien. He aprendido mucho español y algunas compañeras han mejorado su inglés (risas). He disfrutado mucho de mi estancia en Zaragoza y en el Cablescom.

¿Ha encontrado mucha diferencia entre el waterpolo de los Estados Unidos y el de España?

En Estados Unidos el waterpolo está mucho más centrado en el instituto y la universidad. Allí, si quieres jugar más allá del high school, tienes que hacerlo en la universidad ya que no existen clubes como sucede en España. En Estados Unidos, existe una liga universitaria, pero una vez que finalizas ese periodo la única forma que tienes de seguir jugando es en el equipo nacional o emigrando a un país extranjero, básicamente España, Italia, Grecia o Australia. La diferencia por tanto entre ambos países es amplia y evidente.

¿Cómo ha visto el nivel de los árbitros españoles?

Esa pregunta… (risas). Tras mis experiencias anteriores en Estados Unidos y Australia, creo que depende del estilo de waterpolo con el que te encuentres, la manera de entrenar y la forma en que los árbitros dejan jugar. Si tengo que hablar del español, creo que podría ser mejor. Creo que en ocasiones es muy muy malo y que quizá otras veces la diferencia o igualdad que pueda haber entre los equipos marca las decisiones, ya que hay veces en las que las decisiones no son iguales para todos los equipos. Depende de cómo estés jugando y en dónde. En Estados Unidos hay mucho ruido y gritos desde la piscina y por parte de los miembros del cuerpo técnico, mientras que en España a veces no te dan esa oportunidad de hablar con los colegiados cuando las cosas no son como tú crees que son. Fuera de casa corres el riesgo de que se produzca un cambio de posesión y en casa es mejor que te quedes donde estás. A veces me dio la sensación de que hay demasiada creatividad…


¿Y qué le pareció el nivel de los equipos y de la liga española?

Me llevo la impresión de que Sabadell es muy bueno y luego, Mediterrani y Alcorcón, tienen igualmente mucho talento en sus plantillas. Luego, desde el cuarto hasta el séptimo o el octavo, hay un grupo de equipos en los que cualquiera puede ganar a cualquiera según el día que tenga. En todos esos equipos hay varias jugadoras que me parecieron muy buenas. Creo que la española es una buena liga.


Y el año que viene, ¿qué camino seguirá?

Ahora que ha acabado la temporada volveré a mi país y allí jugaré un torneo con la selección de Estados Unidos en Puerto Rico. Después de ese torneo tendré cinco días de descanso antes de retomar de nuevo los entrenamientos a tiempo completo con la intención de entrar en la selección que jugará el Mundial. El problema es que hay bastantes jugadoras y en el equipo sólo entrarán trece, aunque tengo la esperanza de ser una de ellas. Habrá que esperar a ver cómo transcurre el verano porque no sé qué pasará al final, aunque como digo espero conseguirlo.

Si no consigue entrar en la selección, ¿cuáles son sus planes de futuro?

Si no consigo entrar en la selección nacional, no seguiré jugando al waterpolo.

¿No podría replantearse esa decisión y volver a Zaragoza?

No creo, lo veo así.

¿Y es complicado conseguir una plaza en el equipo nacional?

Tengo muchas esperanzas de poder hacer un buen verano y entrar en la selección de Estados Unidos que durante dos años preparará su participación en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Será duro jugar y competir con la selección nacional porque son sólo 13 las elegidas y hay muchas chicas con talento que quieren conseguirlo. Siempre estás compitiendo por un puesto y realmente tienes que aprovechar al máximo tus oportunidades y dar lo mejor de ti.


Supongo que también será duro estar dos años preparándose para los Juegos Olímpicos.

La preparación se inicia este verano con varias concentraciones para entrenar, conocernos entre nosotras y estar juntas. Ya en enero de 2011 empiezan las sesiones de entrenamiento diarias, creo que no son demasiado duras, pero es un entrenamiento continuo para ver cómo funciona el equipo y cómo se entienden las jugadoras.

Alcanza el verano tras haber jugado a un alto nivel en una liga competitiva, ¿cree que eso aumenta sus posibilidades de ser seleccionada?

Es verdad que llego al verano en un buen momento de forma, pero cuando llegue allí tendré que hacer mucho trabajo de acondicionamiento. Cuando vas a una concentración tienes que estar en las mejores condiciones, porque si empiezas en un estado de forma medio estás más lejos del objetivo que el resto de las chicas.

Paula y Andrea también cuentan para la selección española, ¿se imagina jugar contra ellas en las olimpiadas de Londres?

Ya hemos hablado sobre eso en alguna ocasión… Ojala, sería genial si eso realmente llegara a suceder. Hemos jugado juntas, nos conocemos y a las tres nos encantaría poder competir con nuestra selección en una competición así. Sería increíble conseguirlo.